Enfermedad del beso: qué es, causas y síntomas

Su nombre científico es mononucleosis infecciosa, pero quizás la conozcas o hayas oído hablar de ella como la enfermedad del beso. Se trata de una afección o enfermedad causada por el virus de Epstein-Barr, miembro de los herpes-virus y que se transmite a través de secreciones orales, como es la saliva. ¿Significa esto que esta afección se transmite únicamente cuando nos damos un beso con una persona infectada? ¿Tiene otras formas de transmisión posible? ¿Cuáles son sus síntomas y qué tratamiento o cura tiene?

 

Qué causa la enfermedad del beso

 

Son muchos los pacientes que acuden a nuestra Clínica Dental Horta Nord con molestia o inflamación en la zona de los ganglios, pensando que podría tratarse de una infección de las anginas o amigdalitis. Sin embargo, es importante saber que existe una afección conocida como la enfermedad del beso, que también produce estos mismos síntomas, y que es importante diagnosticar para aplicar el tratamiento adecuado.

 

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Como decíamos, la enfermedad del beso recibe este nombre porque su contagio se produce a través de secreciones orales, como es la saliva. Además de esto, es importante tener en cuenta que cualquier persona puede contagiarse, aunque es más frecuente en adolescentes o adultos jóvenes (de entre los 15 y los 24 años). Es menos común en bebés, niños o ancianos, en cuyo caso puede que no presenten síntomas visibles.

 

Para que haya contagio, por tanto, debe haberse producido un intercambio de saliva. Sin embargo, no solo se contagia a través de los besos, sino que existen otras posibles vías de contagio entre, por ejemplo, dos personas que conviven juntas o entre las que hay una relación muy estrecha: la tos, los estornudos, compartir toallas, cubiertos, vasos, etc.

 

Síntomas de mononucleosis infecciosa

 

La enfermedad del beso tiene un periodo de incubación de entre 10 y 15 días, por lo que durante este tiempo la persona infectada no presentaría ningún síntoma. A partir de ahí, van apareciendo las primeras señales que podrían indicar la existencia de este tipo de enfermedad vírica. Los síntomas más comunes de la enfermedad del beso son:

  • Malestar general, cansancio o fatiga.
  • Dolor de cabeza o cefalea.
  • Pérdida de apetito, o astenia.
  • Dolor o molestias abdominales.
  • Fiebre, generalmente alta.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Dolor de garganta.
  • Hepatitis, que puede llegar a ser bastante común.
  • En casos más graves, inflamación del hígado o hepatomegalia.
  • Inflamación del bazo, o esplenomegalia, también en casos más agudos.

 

En la mayoría de pacientes que padecen la enfermedad del beso, la sintomatología remite de manera progresiva y satisfactoria. Es importante, eso sí, saber detectar los primeros síntomas para acudir lo antes posible a un médico especialista. De esta manera, además de seguir el tratamiento indicado, se consigue prevenir una posible propagación del virus con personas con las que el paciente mantenga un contacto estrecho.

 

 

Como decíamos al principio, entre los bebés o niños de menor edad, la mononucleosis infecciosa puede pasar desapercibida y ser incluso asintomática. En cambio, los adolescentes y adultos jóvenes suelen presentar todos o la mayoría de los síntomas, que no suelen durar más de una o dos semanas si se siguen correctamente las pautas indicadas por el médico.

 

Tratamiento de la enfermedad del beso

 

Al tratarse de una afección provocada por virus y no por una bacteria, el tratamiento a seguir no se realiza mediante antibióticos. Más que tratar la enfermedad en sí misma, el médico especialista indicará cuáles son las pautas a seguir para tratar la sintomatología.

 

El descanso o reposo y una buena calidad del sueño, por ejemplo, son fundamentales a la hora de conseguir que la fiebre pueda remitir lo antes posible, así como la inflamación de los ganglios, dos de los principales síntomas de la enfermedad del beso.

 

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Solo en casos excepcionales en los que la fiebre no remita, o en los que la enfermedad del beso derive en otras posibles complicaciones (empeoramiento del estado general del paciente, dolor abdominal muy intenso, vómitos o reacciones cutáneas, por ejemplo), el médico indicará el tratamiento específico a seguir.

 

¿Qué podemos hacer para evitar el contagio? Desde nuestra Clínica Dental Horta Nord siempre insistiremos en la importancia de mantener una adecuada higiene bucodental para prevenir esta y otras afecciones que se producen en nuestra cavidad bucal. Además de esto, por supuesto, recomendamos evitar el beso, no compartir objetos personales en los que pueda haber intercambio de saliva como cubiertos o vasos, y lavarse las manos con mucha frecuencia. Estas son las medidas más efectivas para prevenir los contagios, tal y como ocurre con cualquier otra infección vírica.

 

¿Tienes dudas? ¿Crees que tú o algún familiar cercano podría padecer la enfermedad del beso? Consulta con nuestros odontólogos o con tu médico especialista de confianza; te indicaremos cuáles son los pasos a seguir a partir de un diagnóstico seguro y totalmente personalizado. ¡Y recuerda que tu primera visita es gratis!

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