Puede parecer una obviedad insistir en lo importante que es para nuestra salud mantener una higiene bucodental adecuada. Sin embargo, tras esta afirmación se esconden hábitos concretos que como odontólogos siempre recomendamos, pero que no todas las personas conocen o llevan a la práctica de manera correcta. ¿Qué significa entonces tener una buena higiene bucodental? ¿Cuáles son las claves para lucir una sonrisa sana, bonita y bien cuidada? Nuestros expertos en salud oral nos dan las respuestas a estas y otras dudas que muchos de nuestros pacientes nos hacen en consulta.
Qué es la higiene bucodental
Para empezar, podemos definir la higiene bucodental como el conjunto de hábitos o acciones de aseo o limpieza que se aplican tanto en la boca como en los dientes y tejidos circundantes. El objetivo final de todos estos hábitos es el de mejorar la salud bucodental del paciente, lo que nos lleva a aclarar que higiene bucodental y salud bucodental no son lo mismo, sino que la primera es producto de la primera.
¿Y por qué es tan importante mantener una adecuada higiene bucodental? Además de ayudarnos a lucir una sonrisa radiante, estos hábitos son muy importantes para prevenir la aparición de problemas en la cavidad bucal, así como otros problemas de salud en el organismo producidos por la entrada de bacterias a través de la boca. Según la OMS, las enfermedades bucodentales afectan a casi 3500 millones de personas, de ahí la importancia de mantener a lo largo de nuestra vida una correcta higiene bucodental.
Cómo mantener una buena higiene bucodental
La higiene bucodental forma parte del marco de la odontología preventiva, la rama dentro de la odontología que se encarga del estudio y conocimiento del medio bucal y sus implicaciones microbiológicas e inmunológicas en la prevención de enfermedades bucales. Se trata, en definitiva, de detectar posibles patologías dentales que incluso pueden pasar desapercibidas por el paciente en el día a día, y tratarlas a tiempo antes de que se desarrollen, empeoren o deriven en otras enfermedades bucodentales.
Ahora bien, ¿qué acciones concretas implica la higiene bucodental? En este punto, podemos diferenciar las que el propio paciente se autoaplica o debería autoaplicarse de manera diaria y, por otro lado, aquellas que se llevan a cabo en una clínica odontológica. Veamos en concreto qué acciones están en manos del paciente para una correcta higiene bucodental:
- Cepillado de dientes. Cepíllate los dientes al menos dos o tres veces al día, preferiblemente después de cada comida. Este sencillo hábito evitará que se acumulen restos de comida entre tus dientes y, con ello, que se generen bacterias nocivas para tu salud oral. Es importantísimo limpiar también la lengua, el sitio donde se acumulan la mayor cantidad de bacterias.
- El mejor cepillo de dientes. Si no sabes qué tipo de cepillo es el más adecuado para ti, lo mejor es que preguntes a tu dentista de confianza. Él te recomendará si en tu caso es preferible que utilices uno eléctrico o manual, de cerdas más suaves o más fuertes, e incluso te explicará el modo correcto de cepillarte los dientes.
- Seda dental, sí o no. Para completar tu higiene bucodental, el hilo dental es un gran aliado para llegar a esos pequeños espacios donde el cepillado no alcanza. Ayuda a profundizar en la limpieza interdental, evitando que se acumulen restos de comida en entre las piezas dentales, que a veces incluso no percibimos.
- Cepillos interdentales. Cuando el espacio que queda entre los dientes es amplio, se recomienda utilizar los llamados cepillos interdentales, un gran aliado para la higiene bucodental de quienes usan ortodoncia; estos les servirán para limpiar entre los alambres, o por debajo de los puentes.
- Enjuague bucal. Muchos pacientes lo utilizan tras el cepillado dental simplemente para que su aliento se sienta más fresco, pero lo cierto es que el colutorio puede ser un gran aliado en la prevención o tratamiento de alguna enfermedad periodontal. Es importante utilizar un enjuague bucal con flúor y siempre como un complemento de la limpieza, nunca como sustituto.
- Mascar chicle. Cuando no puedes cepillarte los dientes después de una comida, el chicle (por supuesto, sin azúcar) puede ser una buena opción a la hora de combatir a las bacterias de la boca, ya que masticarlo ayuda a sacarlas de entre los dientes. Además, favorece la salivación y se estimula la producción de bicarbonato sódico en la saliva lo que neutraliza los ácidos y favorece la mineralización de los dientes.
- Cambio de cepillo. Muchos pacientes esperan a que las púas de su cepillo de dientes estén completamente desgastadas o deterioradas para cambiarlo. No esperes a eso, y sea cual sea su estado, renuévalo siempre cada 3 o 4 meses. Esto es importante porque las bacterias pueden acumularse entre las cerdas aunque no las veas.
- Visita a tu dentista. Como te decíamos al principio, no solo se trata de cuidar la estética, sino de prevenir la aparición de otras enfermedades bucales más graves o de salud en general. De ahí la importancia de las limpiezas bucales periódicas y de llevar un seguimiento personalizado por parte de tu odontólogo, al menos una o dos veces al año.
Te ayudamos en tu higiene bucodental
Como expertos en odontología, en Clínica Dental Horta Nord contamos con un equipo de higienistas dentales liderados por el Dr. Miguel Ángel Santamaría, que se encarga de realizar aquellos tratamientos de limpieza dental que garanticen los mejores resultados en tu higiene bucodental. La limpieza dental, profilaxis dental o tartrectomía son tres de las soluciones más efectivas para que todos nuestros pacientes luzcan una sonrisa blanca, limpia y saludable.
En Clínica dental Horta Nord nos encargamos de tus revisiones dentales y te indicamos cada cuánto tiempo deberías someterte a una limpieza bucodental, que no es siempre la misma en todos los casos. ¡Contacta con nosotros para cualquier duda y recuerda que la primera visita es gratuita!
